By Deborah James, NACLA Report on the Americas, June 7,
2017
En el primer
día de la presidencia de Donald Trump, el certificado de muerte para el Acuerdo
Transpacífico de Cooperación Económica (TPP) estaba firmado. Aunque el TPP ya
estaba muerto en el agua –el presidente Obama nunca tuvo suficiente apoyo para
obtener el voto del Congreso después de que él lo firmó en febrero de 2016- el
empujón final de Trump creó la ilusión de que la izquierda y la derecha de
alguna manera son inusuales
compañeros.
Para estar
seguros, cuando se considera el resto de la agenda comercial de Trump, aparece
un pequeño traslape entre las propuestas económicas de Trump y una alternativa
progresista de política comercial – una que promueva los empleos bien pagados,
protección ambiental, acceso a medicinas y desarrollo global
equitativo.
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